En tres millones ochocientos treinta y dos mil quinientos cincuenta y ocho miriámetros cuadrados, o sea, más de treinta y ocho millones de hectáreas, está evaluada la porción del globo terrestre ocupada por las aguas. Esta masa líquida de dos mil doscientos cincuenta millones de millas cúbicas formaría una esfera de un diámetro de sesenta leguas, cuyo peso sería de tres quintillones de toneladas. Para poder hacerse una idea de lo que esta cantidad representa ha de tenerse en cuenta que un quintifión es a mil millones lo que éstos a la unidad, es decir, que hay tantas veces mil mifiones en un quintillón como unidades hay en mil millones. Y toda esta masa líquida es casi equivalente a la que verterían todos los ríos de la Tierra durante cuarenta mil años.
Der vom Wasser bedeckte Theil der Erdoberfläche wird auf drei Millionen acht mal hundertzweiunddreißigtausendfünfhundertacht- undfünfzig Quadrat-Myriameter, d.h. über achtunddreißig Millionen Hektaren1 angeschlagen. Diese flüssige Masse enthält zwei Milliarden zweihundertundfünfzig Millionen Kubikmeilen, und würde eine Kugel mit einem Durchmesser von sechzig Lieues bilden und einem Tonnengewicht von drei Quintillionen. Um diese Zahl zu begreifen, muß man sich sagen, daß die Ouintillion sich zur Milliarde verhält, wie die Milliarde zur Einheit, d.h. daß eben so viel Milliarden in jener Quintillion enthalten sind, als Einheiten in einer Milliarde. Diese Wassermasse nun ist ungefähr eben so viel, als in allen Flüssen der Erde während vierzigtausend Jahren fließt.
Durante las épocas geológicas, al período del fuego sucedió el período del agua. El océano fue universal al principio. Luego, poco a poco, en los tiempos silúricos, fueron apareciendo las cimas de las montañas, emergieron islas que desaparecieron bajo diluvios parciales y reaparecieron nuevamente, se soldaron entre sí, formaron continentes y, finalmente, se fijaron geográficamente tal como hoy los vemos. Lo sólido había conquistado a lo líquido treinta y siete millones seiscientas cincuenta y siete millas cuadradas, o sea, doce mil novecientos dieciséis millones de hectáreas.
Zur Zeit der geologischen Epochen folgte auf die Periode des Feuers die des Wassers. Der Ocean bedeckte Anfangs alles. Darauf traten in der Uebergangsepoche die Bergspitzen hervor, die Inseln tauchten auf, verschwanden wieder bei theilweisen Ueberschwemmungen, zeigten sich von Neuem, setzten sich an einander an, bildeten Continente, und endlich gewannen die Länder die feste Gestalt, wie wir sie jetzt geographisch kennen. Das Feste hatte dem Flüssigen siebenunddreißig Millionen, sechshundertsiebenundfünfzig Quadratmeilen abgewonnen im Betrag von zwölstausendneunhundertundsechzehn Millionen Hektaren.
La configuración de los continentes permite dividir las aguas en cinco grandes partes: el océano Glacial Ártico, el océano Glacial Antártico, el océano Índico, el océano Atlántico y el océano Pacífico.
Gemäß der Gestaltung der Continente wurden nun die Meere in die fünf großen Theile getheilt: das nördliche und südliche Polarmeer, der indische, atlantische und stille Ocean.
El océano Pacífico se sitúa del norte al sur entre los dos círculos polares, y del oeste al este entre Asia y América, sobre una extensión de ciento cuarenta y cinco grados en longitud. Es el más tranquilo de los mares; sus corrientes son anchas Y lentas; sus mareas, mediocres; sus lluvias, abundantes. Tal era el océano al que mi destino me había llamado a recorrer en las más extrañas condiciones.
Der letztere, der sich von Norden nach Süden, zwischen den beiden Polarzirkeln, und von Osten nach Westen, zwischen Asien und Amerika hundertfünfundvierzig Längengrade weit erstreckt, ist von allen Meeren das ruhigste; seine Strömungen sind weit und langsam, Ebbe und Fluth mäßig, Regengüsse reichlich. Diesen Ocean sollte ich unter den seltsamsten Bedingungen zuerst durchfahren.
-Señor profesor -me dijo el capitán Nemo-, si desea acompañarme voy a fijar exactamente nuestra posición y el punto de partida de este viaje. Son las doce menos cuarto. Vamos a subir a la superficie.
»Herr Professor, sprach der Kapitän Nemo zu mir, wenn es Ihnen beliebt, wollen wir den Ort, wo wir uns befinden, und den Punkt, von welchem wir abfahren, genau aufnehmen und feststellen. Es ist drei viertel auf zwölf Uhr Mittags. Ich will nun zur Oberfläche des Wassers aufsteigen.«
El capitán Nemo pulsó tres veces un timbre eléctrico. Las bombas comenzaron a expulsar el agua de los depósitos. La aguja del manómetro iba marcando las diferentes presiones con que se acusaba el movimiento ascensional del Nautilus, hasta que se detuvo.
Der Kapitän drückte dreimal auf die elektrische Uhr. Die Pumpen begannen das Wasser aus den Behältern zu treiben; der Zeiger des Manometer gab durch den verschiedenen Druck die aufsteigende Bewegung des Nautilus an, dann stand er still.
-Hemos llegado -dijo el capitán.
»Wir sind oben angelangt,« sagte der Kapitän.
Me dirigí a la escalera central que conducía a la plataforma. Subí por los peldaños de metal y, a través de la escotilla abierta, llegué a la superficie del Nautilus.
Ich begab mich zu der in der Mitte befindlichen Leiter, welche zur Plateform führte, kletterte die metallenen Sprossen hinauf und gelangte oben auf dem Nautilus an.
La plataforma emergía únicamente unos ochenta centímetros. La proa y la popa del Nautilus remataban su disposición fusiforme que le daba el aspecto de un largo cigarro. Observé que sus planchas de acero, ligeramente imbricadas, se parecían a las escamas que revisten el cuerpo de los grandes reptiles terrestres. Así podía explicarse que aun con los mejores anteojos este barco hubiese sido siempre tomado por un animal marino.
Die Plateform ragte nur um achtzig Centimeter hervor. Vorder- und Hintertheil des Nautilus zeigten die spindelförmige Gestalt, welche ihn einer langen Cigarre vergleichbar machte. Ich bemerkte, wie seine Eisenplatten mit dachziegelförmigem Aussehen dem Schuppenpanzer glichen, womit der Körper der großen Land-Reptilien bedeckt ist. Ich erklärte mir daher als sehr natürlich, daß trotz der besten Fernröhre dies Fahrzeug stets für ein Seethier gehalten wurde.
Hacia la mitad de la plataforma, el bote, semiencajado en el casco del navío, formaba una ligera intumescencia. A proa y a popa se elevaban, a escasa altura, dos cabinas de paredes inclinadas y parcialmente cerradas por espesos vidrios lenticulares: la primera, destinada al timonel que dirigía el Nautilus, y la otra, a alojar el potente fanal eléctrico que iluminaba su rumbo.
Um die Mitte der Plateform bildete das kleine Boot, welches zur Hälfte in den Schiffsrumpf eingelassen war, eine leichte Erhöhung. Vorn und hinten standen zwei Gehäuse von mäßiger Höhe vor, mit schiefen Wänden, die zum Theil mit dicken Linsengläsern geschlossen waren: das eine war für den Steuerer bestimmt, der den Nautilus leitete, das andere für die glänzende elektrische Schiffslaterne, welche die Fahrt mit Licht umgab.
Tranquilo estaba el mar y puro el cielo. El largo vehículo apenas acusaba las ondulaciones del océano. Una ligera brisa del Este arrugaba la superficie del agua. El horizonte, limpio de brumas, facilitaba las observaciones.
Das Meer war prachtvoll, der Himmel rein. Das lange Fahrzeug spürte kaum die weiten Wogen des Oceans. Ein leichter Ostwind runzelte die Oberfläche der Gewässer. Der nebelfreie Horizont begünstigte die Beobachtungen trefflich.
Pero no había nada a la vista. Ni un escollo, ni un islote. Ni el menor vestigio del Abraham Lincoln. Sólo la inmensidad del océano.
Wir hatten nichts in Sicht. Keine Klippe, kein Eiland. Vom Abraham Lincoln keine Spur. Eine unermeßliche Oede.
Provisto de su sextante, el capitán Nemo tomó la altura del sol para establecer la latitud. Debió esperar algunos minutos a que se produjera la culminación del astro en el horizonte. Mientras así procedía a sus observaciones ni el menor movimiento alteró sus músculos. El instrumento no habría estado más inmóvil en una mano de mármol.
Der Kapitän Nemo nahm mit Hilfe seines Sextanten den Höhestand der Sonne auf, woraus sich ihm die Breite ergab. Er wartete einige Minuten, bis das Gestirn am Rand des Horizonts in gleiche Ebene kam. Während er beobachtete, zitterte keine seiner Muskeln, das Instrument wäre in einer marmornen Hand nicht so unbeweglich gewesen.
-Mediodía -dijo-. Señor profesor, cuando usted quiera.
»Zwölf Uhr Mittags, sagte er. Herr Professor, wann Sie belieben? ...«
Dirigí una última mirada al mar, un poco amarillento por la proximidad de las tierras japonesas, y descendí al gran salón.
Ich warf einen letzten Blick auf dieses Meer, das in der Nähe der Japanischen Küste etwas gelblich war, und begab mich wieder hinab in den großen Salon.
Allí, el capitán hizo el punto y calculó cronométricamente su longitud, que controló con sus precedentes observaciones de los ángulos horarios. Luego me dijo:
Hier machte der Kapitän sein Besteck und berechnete mit Hilfe des Chronometers die Länge, welche er durch die vorausgehenden Beobachtungen der Stundenwinkel controlirte. Hierauf sagte er zu mir:
-Señor Aronnax, nos hallamos a 1370 15' de longitud Oeste.
»Herr Arronax, wir befinden uns unter'm hundertsiebenunddreißigsten Grad und fünfzehn Minuten westlicher Länge ...
-¿De qué meridiano? -pregunté vivamente, con la esperanza de que su respuesta me diera la clave de su nacionalidad.
– Von welchem Meridian aus, fragte ich lebhaft, in Hoffnung seine Antwort werde mir vielleicht seine Nationalität offenbaren.
-Tengo diversos cronómetros ajustados a los meridianos de Greenwich, de París y de Washington. Pero, en su honor, me serviré del de París.
– Mein Herr, erwiderte er, ich habe verschiedene Chronometer, die nach den Meridianen von Paris, Greenwich und Washington gestellt sind. Aber Ihnen zu Ehren will ich mich des Parisers bedienen.«
Su respuesta no me revelaba nada. El comandante prosiguió:
Aus dieser Antwort konnte ich nichts abnehmen. Ich machte eine Verbeugung, und der Commandant fuhr fort:
-Treinta y siete grados y quince minutos de longitud al oeste del meridiano de París, y treinta grados y siete minutos de latitud Norte, es decir, a unas trescientas millas de las costas del Japón. Hoy es 8 de noviembre, a mediodía, y aquí y ahora comienza nuestro viaje de exploración bajo las aguas.
»Siebenunddreißig Grad und fünfzehn Minuten westlicher Länge vom Pariser Meridian ab, und dreißig Grad, sieben Minuten nördlicher Breite, d.h. etwa dreihundert Meilen vom Gestade Japans. Heute haben wir den 8. November, da zu Mittag unsere unterseeische Forschungsreise beginnt.
-Que Dios nos guarde -respondí.
– Gott sei mit uns! erwiderte ich.
-Y ahora, señor profesor, le dejo con sus estudios. He dado la orden de seguir rumbo al Nordeste, a cincuenta metros de profundidad. Aquí tiene usted mapas en los que podrá seguir nuestra derrota. Este salón está a su disposición. Y ahora, con su permiso, voy a retirarme.
– Und jetzt, Herr Professor, fuhr der Kapitän fort, lasse ich Sie bei Ihren Studien. Ich habe die Richtung Ost-Nord-Ost bei fünfzig Meter Tiefe angegeben. Hier sind Karten, womit Sie dieselbe begleiten können. Der Salon steht Ihnen zu Verfügung, und ich bitte um Erlaubniß mich zurück zu ziehen.«
El capitán Nemo se despidió y me dejó solo, absorto en mis pensamientos, que se centraban exclusivamente en el comandante del Nautilus. ¿Llegaría a saber alguna vez a qué nación pertenecía aquel hombre extraño que se jactaba de no pertenecer a ninguna? ¿Quién o qué había podido provocar ese odio que profesaba a la humanidad, ese odio que buscaba tal vez terribles venganzas? ¿Era uno de esos sabios desconocidos, uno de esos genios «víctimas del desprecio y de la humillación», según la expresión de Conseil, un Galileo moderno, o bien uno de esos hombres de ciencia como el americano Maury cuya carrera ha sido rota por revoluciones políticas? No podía yo decirlo. El azar me había llevado a bordo de su barco, y puesto mi vida entre sus manos. Me había acogido fría pero hospitalariamente. Pero aún no había estrechado la mano que yo le tendía ni me había ofrecido la suya.
Ich blieb nun allein in meine Gedanken vertieft. Sie waren alle beim Commandanten des Nautilus. Sollte ich jemals erfahren, welcher Nation der seltsame Mann angehört, welcher keiner anzugehören sich rühmt? Wodurch ist sein Haß gegen die menschliche Gesellschaft, ein Haß, der vielleicht auf schreckliche Rache ausging, hervorgerufen worden? War es einer der verkannten Gelehrten, ein Genie, dem man sein Leben verkümmert hat, ein moderner Galilei, oder einer der Männer der Wissenschaft, deren Laufbahn durch politische Revolutionen zertrümmert wurde? Ich konnte noch nichts darüber sagen. Mich, den das Schicksal an sein Bord verschlug, dessen Leben er in der Hand hat, nahm er kalt, aber gastlich auf. Nur ergriff er nie die Hand, welche ich ihm reichte. Mir reichte er nie die seinige.
Permanecí durante una hora sumido en tales reflexiones, procurando esclarecer aquel misterio de tanto interés para mí. Me sustraje a estos pensamientos y observé el gran planisferio que se hallaba extendido sobre la mesa. Mi dedo índice se posó en el punto en que se entrecruzaban la longitud y la latitud fijadas.
Eine volle Stunde blieb ich in diese Gedanken versunken, indem ich das mir so interessante Geheimniß zu durchdringen suchte. Darauf hefteten sich meine Blicke auf die große über den Tisch gebreitete Karte, und ich bezeichnete mit dem Finger den Punkt, wo die beobachtete Länge und Breite sich kreuzten.
El mar tiene sus ríos, como los continentes. Son corrientes especiales, reconocibles por su temperatura y su color, entre las que la más notable es conocida con el nombre de Gulf Stream. La ciencia ha determinado sobre el globo la dirección de las cinco corrientes principales: una en el Atlántico Norte, otra en el Atlántico Sur, una tercera en el Pacífico Norte, otra en el Pacifico Sur y la quinta en el sur del Indico. Es probable que una sexta corriente existiera en otro tiempo en el norte del Indico, cuando los mares Caspio y Aral, unidos a los grandes lagos de Asia, formaban una sola extensión de agua.
Das Meer hat, wie die Festlande, seine Flüsse. Es sind besondere Strömungen, die an ihrer Temperatur und Farbe kenntlich sind; der merkwürdigste ist unter dem Namen Golfstrom bekannt. Die Wissenschaft hat auf der Erdkugel die Richtung der fünf Hauptströme bestimmt: einer ist im Norden, ein zweiter im Süden des Atlantischen, ein dritter im Norden, ein vierter im Süden des Stillen Oceans, ein fünfter im Süden des Indischen. Es ist sogar wahrscheinlich, daß ehemals noch ein sechster Strom im Norden des Indischen Oceans existirte, zur Zeit als der Caspische und der Aral-See, die nun zu den großen Seen Asiens gehören, nur eine einzige und dieselbe Wasserfläche bildeten.
En el punto que señalaba mi dedo en el planisferio se desarrollaba una de estas corrientes la del Kuro Sivo de los japoneses, el río Negro, que sale dei golfo de Bengala donde le calientan los rayos perpendiculares do sol de los trópicos, atraviesa el estrecho de Malaca, sube por las costas de Asia, y se desvía en el Pacífico Norte hacia las Aleutianas, arrastrando troncos de alcanforeros y otros productos indígenas, y destacándose entre las olas del océano por el puro color añil de sus aguas calientes. Esta corriente es la que el Nautílus iba a recorrer. Yo la seguía con la mirada, la veía perderse en la inmensidad del Pacífico y me sentía arrastrado con ella. Ned Land y Conseil aparecieron en la puerta del salón.
An dem auf der Karte bezeichneten Punkt nun fließt einer jener Ströme, der Schwarze Fluß, von den Japanesen Kuro-Scivo genannt, welcher vom Bengalischen Golf her, wo die senkrechten Strahlen der tropischen Sonne ihn wärmen, durch die Enge von Malacca hindurch, längs der Küste Asiens fortläuft, dann im Norden des Stillen Oceans in runder Krümmung bis zur Aleutengruppe hinzieht, Stämme von Kampherbäumen und andere indische Producte mit sich fortwälzt und mit dem puren Indigo seiner warmen Gewässer von den Fluthen des Oceans absticht. Mit dieser Strömung war der Nautilus im Begriff zu fahren. Ich verfolgte ihn mit dem Blick, sah, wie er sich in der Unermeßlichkeit des Stillen Oceans verlor, fühlte mich mit ihm fortgetrieben, als Ned-Land und Conseil an der Thüre des Salons erschienen.
Mis dos bravos compañeros se quedaron petrificados a la vista de las maravillas acumuladas ante sus ojos.
Meine wackeren Gefährten standen wie versteinert beim Anblick der vor ihren Augen aufgehäuften Wunder.
-¿Dónde estamos? ¿Dónde estamos? -exclamó el canadiense-. ¿En el museo de Quebec?
»Wo sind wir? Wo sind wir? rief der Canadier. Im Museum zu Quebec?
-Yo diría más bien que nos hallamos en el palacio del Sommerard -dijo Conseil.
– Wenn's meinem Herrn beliebt, versetzte Conseil, wäre es eher im Hotel Sommerard!
-Amigos míos -les dije, tras indicarles que entraran-, no están ni en Canadá ni en Francia, sino a bordo del Nautilus y a cincuenta metros por debajo del nivel del mar.
– Meine Freunde, erwiderte ich, indem ich ihnen winkte einzutreten, Sie sind weder in Canada, noch in Frankreich, sondern an Bord des Nautilus fünfzig Meter unter dem Meeresspiegel!
-Habrá que creerle al señor, puesto que así lo afirma -replicó Conseil-, pero francamente este salón está hecho para sorprender hasta a un flamenco como yo.
– Ich muß meinem Herrn glauben, weil er's versichert, erwiderte Conseil; aber offen gesagt, dieser Salon ist gemacht, selbst einen Flamländer, wie ich bin, in Staunen zu setzen.
-Asómbrate, amigo mío, y mira, pues para un clasificador como tú hay aquí materia de ocupación.
– Staune nur, Freund, und schaue, denn für einen so starken Classificirer, wie Du, giebt's hier zu thun.«
Innecesario era estimular en este punto a Conseil. El buen muchacho, inclinado sobre las vitrinas, murmuraba ya las palabras del idioma de los naturalistas: clase de los gasterópodos, familia de los bucínidos, género de las Porcelanas, especie de los Cyproea Madagascariensis…
Ich brauchte Conseil nicht aufzumuntern. Der brave Junge, über die Glaskästen gebeugt, murmelte schon Worte aus der Naturforschersprache: Classe der Gasteropoden, Familie der Buccinoiden etc.
Mientras así murmuraba Conseil, Ned Land, poco conquiliólogo él, me interrogaba acerca de mi entrevista con el capitán Nemo. ¿Había podido descubrir yo quién era, de dónde venía, adónde iba, hacia qué profundidades nos arrastraba? Me hacía así mil preguntas, sin darme tiempo a responderle.
Während dessen fragte mich Ned-Land, der wenig Sinn für Conchylien hatte, über meine Unterredung mit dem Kapitän Nemo: Ob ich entdeckt habe, wer er sei, woher er komme, wohin er gehe, in welche Tiefen er uns hinabziehe? kurz, tausend Fragen, welche ich zu beantworten keine Zeit hatte.
Le informé de todo lo que sabía, o más bien de todo lo que no sabía, y le pregunté qué era lo que, por su parte, había oído y visto.
Ich theilte ihm mit, was ich wußte, oder vielmehr, was ich nicht wußte, und fragte ihn, was er seinerseits gehört oder gesehen habe.
-No he visto ni he oído nada -respondió el canadiense-. Ni tan siquiera he podido ver a la tripulación del barco. ¿Acaso sus tripulantes serán también eléctricos?
»Nichts gesehen, nichts gehört! erwiderte der Canadier. Ich habe nicht einmal die Mannschaft des Bootes gesehen. Sollte sie vielleicht auch elektrisch sein?
-¿Eléctricos?
– Elektrisch!
-A fe mía, que así podría creerse. Pero usted, señor Aronnax -me preguntó Ned Land, obseso con su idea-, ¿no puede decirme cuántos hombres hay a bordo? ¿Diez, veinte, cincuenta, cien?
– Wahrhaftig! man sollte versucht sein, es zu glauben. Aber Sie, Herr Arronax, fragte Ned-Land, der noch immer seine Idee hatte, Sie können mir nicht sagen, wie viel Mann an Bord sind? zehn? zwanzig? fünfzig? hundert?
-No puedo decírselo, Ned. Pero, créame, abandone por el momento la idea de apoderarse del Nautilus o de huir de él. Este barco es una obra maestra de la industria moderna y yo lamentaría no haberlo visto. Son muchos los que aceptarían de buen grado nuestra situación, aunque no fuese más que por contemplar estas maravillas. Así que manténgase tranquilo, y tratemos de ver lo que pasa en torno nuestro.
– Ich kann darauf keine Antwort geben, Meister Land. Uebrigens, glauben Sie mir, geben Sie für jetzt die Idee auf, sich des Nautilus zu bemächtigen, oder zu fliehen. Dieses Fahrzeug ist ein Meisterwerk der modernen Industrie, und es wäre mir leid, hätte ich es nicht gesehen! Wie mancher würde sich gern unsere Lage gefallen lassen, sei es auch nur, um durch diese Wunder zu spazieren. Also halten Sie sich ruhig, und trachten wir zu sehen, was um uns herum vorgeht.
-¿Ver? -dijo el arponero-. ¡Pero si no se ve nada! ¡Si no puede verse nada en esta prisión de acero! Navegamos como ciegos…
– Sehen! rief der Harpunier! man sieht ja nichts, man wird auch von diesem eisernen Gefängniß aus nichts sehen! Wir fahren, wir schiffen blind hinaus« ...
No había acabado Ned Land de pronunciar estas últimas palabras, cuando súbitamente se hizo la oscuridad, una oscuridad absoluta. El techo luminoso se apagó, y tan rápidamente que mis ojos sintieron una sensación dolorosa, análoga a la que produce el paso contrario de las profundas tinieblas a la luz más brillante.
Diese letzten Worte sprach Ned-Land, als es plötzlich stockfinster ward. Die Helle am Plafond erlosch und zwar so rasch, daß meine Augen darüber Schmerz empfanden, gerade so, wie bei plötzlichem Uebergang aus dem Finstern zum blendenden Licht.
Nos habíamos quedado mudos e inmóviles, no sabiendo qué sorpresa, agradable o desagradable, Os esperaba. Se oyó algo así como un objeto que se deslizara. Se hubiera dicho que se maniobraba algo en los flancos del Nautilus.
Wir blieben still, rührten uns nicht, da wir nicht wußten, welche angenehme oder unangenehme Ueberraschung uns bevorstand. Da hörte man ein Hin- und Hergleiten, als wenn die Füllungen der Seitenwände sich verschöben.
-Es el fin del final -dijo Ned Land.
»Jetzt ist alles aus! sagte Ned-Land.
-Orden de las hidromedusas se oyó decir a Conseil.
– Ordnung der Hydromedusen!« murmelte Conseil.
Súbitamente, se hizo la luz a ambos lados del salón, a través de dos aberturas oblongas. Las masas líquidas aparecieron vivamente iluminadas por la irradiación eléctrica. Dos placas de cristal nos separaban del mar. Me estremeció la idea de que pudiera romperse tan frágil pared. Pero fuertes armaduras de cobre la mantenían y le daban una resistencia casi infinita.
Mit einem Male ward's auf beiden Seiten des Salons hell durch zwei längliche Oeffnungen. Das Gewässer zeigte sich durch elektrische Einwirkung lebhaft erleuchtet. Wir waren nur durch zwei Glasplatten vom Meere geschieden. Anfangs schauderte mir beim Gedanken an die Zerbrechlichkeit dieser Wand; doch war sie durch starke Kupfereinfassung befestigt, so daß sie fast unendlichen Widerstand zu leisten fähig war.
El mar era perfectamente visible en un radio de una milla en torno al Nautilus. ¡Qué espectáculo! ¿Qué pluma podría describirlo? ¿Quién podría pintar los efectos de la luz a través de esas aguas transparentes y la suavidad de sus sucesivas degradaciones hasta las capas inferiores y superiores del océano?
Das Meer war im Umfang einer Meile um den Nautilus herum klar zu durchschauen. Welch ein Anblick! Mit der Feder nicht zu beschreiben! Wer vermöchte die Lichteffecte durch diese erleuchteten Streifen und der sanften allmäligen Abstufungen bis zu den unteren und oberen Schichten zu schildern!
Conocida es la diafanidad del mar. Sabido es que su limpidez es aún mayor que la de las aguas de roca. Las sustancias minerales y orgánicas que mantiene en suspensión aumentan incluso su transparencia. En algunas partes del océano, en las Antillas, ciento cuarenta y cinco metros de agua dejan ver el lecho de arena con una sorprendente nitidez y la fuerza de penetración de los rayos solares no parece detenerse sino hasta una profundidad de trescientos metros. Pero en el medio fluido que recorría el Nautilus el resplandor eléctrico se producía en el seno mismo del agua, que no era ya agua luminosa sino luz líquida.
Die Durchsichtigkeit des Meeres ist bekannt; man weiß, daß es weit klarer ist, als das Felsen-Quellwasser. Die mineralischen und organischen Bestandtheile, welche es in aufgelöstem Zustand enthält, erhöhen noch seine Durchsichtigkeit. In manchen Theilen des Oceans, bei den Antillen kann man hundertfünfundvierzig Meter tief den sandigen Meeresgrund mit erstaunlicher Klarheit erkennen, und die durchdringende Kraft der Sonnenstrahlen scheint erst in einer Tiefe von dreihundert Meter aufzuhören. Aber in der flüssigen Umgebung des Nautilus wurde der elektrische Glanz im Schoße der Wogen selbst hervorgebracht: es war nicht erleuchtetes Wasser, sondern flüssiges Licht.
Si se admite la hipótesis de Erhemberg, que cree en una iluminación fosforescente de los fondos submarinos, la naturaleza ha reservado ciertamente a los habitantes del mar uno de sus más prodigiosos espectáculos, del que yo podía juzgar por los mil juegos de aquella luz. A cada lado tenía una ventana abierta sobre aquellos abismos inexplorados. La oscuridad del salón realzaba la claridad exterior, y nosotros mirábamos como si el puro cristal hubiera sido el de un inmenso acuario.
Nimmt man Ehrenberg's Hypothese an, der an eine phosphorescente Erleuchtung der Meerestiefen glaubt, so hat die Natur gewiß den Bewohnern des Meeres die wundervollste Anschauung vorbehalten, ich konnte hier durch das tausendfache Lichtspiel ein Urtheil darüber gewinnen. Auf jeder Seite blickte ich durch's offene Fenster in die unerforschten Abgründe. Das Dunkel im Salon hob die äußere Helle, und wir schauten, als sei dieses reine Spiegelglas das Fenster eines unermeßlichen Aquariums.
El Nautilus parecía inmóvil. La causa de ello era que faltaban los puntos de referencia. A veces, sin embargo, las líneas de agua, divididas por su espolón, huían ante nosotros con gran rapidez.
Der Nautilus schien nicht seine Stelle zu ändern, weil es an Merkpunkten fehlte. Mitunter jedoch ließen die durch seinen Schnabel vor unseren Augen zertheilten Wasserstreifen eine äußerste Schnelligkeit erkennen.
Maravillados, con los codos apoyados en las vitrinas, permanecíamos silenciosos, en un silencio que expresaba elocuentemente nuestra estupefacción. Conseil rompió el silencio, diciendo:
In Staunen versunken lagen wir vor diesen Glasscheiben, keiner unterbrach das bewundernde Schweigen. Dann sprach Conseil:
-Quería usted ver, Ned, pues bien, ¡vea!
»Sie wollen schauen, Freund Ned, nun denn, schauen Sie!
-¡Es curioso! ¡Curiosísimo! -dijo el canadiense, que, olvidando su cólera y sus proyectos de evasión, sufría una atracción irresistible-. ¡Se vendría aquí de más lejos incluso para admirar este espectáculo!
– Merkwürdig! merkwürdig! rief der Canadier aus, der unwiderstehlich angezogen seinen Zorn und seine Entweichungsprojecte vergaß – man würde weit her kommen, so Wundervolles zu sehen!
-¡Ah! -exclamé-, ahora puedo comprender la vida de este hombre. Se ha hecho un mundo aparte que le reserva su más asombrosas maravillas.
– Ah! rief ich aus, jetzt begreife ich das Leben dieses Mannes! Er hat sich eine Welt für sich besonders geschaffen, die ihm erstaunliche Wunder vorbehält!
-Pero ¿y los peces? -dijo Ned Land-. No veo peces.
– Aber die Fische? bemerkte der Canadier. Ich sehe keine Fische!
-¿Y qué puede importarle, amigo Ned -dijo Conseil-, puesto que no los conoce usted?
– Was liegt Ihnen denn daran, Freund Ned, erwiderte Conseil, Sie kennen ja dieselben nicht.
-¡Decirme eso a mí, a un pescador como yo! -exclamó, indignado, Ned.
– Ich, gewiß! Ein Fischer von Profession!« rief Ned-Land.
Y con este motivo se entabló entre los dos amigos una discusión, pues ambos conocían los peces, pero cada uno de una forma muy diferente.
Und es erhob sich ein Streit zwischen den beiden Freunden, denn sie kannten beide die Fische, aber jeder in sehr verschiedener Weise.
Sabido es que los peces son la cuarta y última clase de la ramificación de los vertebrados. Se les ha definido muy justamente como «vertebrados de doble circulación y de sangre fría que respiran por branquias y viven en el agua». Componen dos series distintas: la de los peces óseos, es decir, la de aquellos cuya espina dorsal está constituida por vértebras óseas, y la de los peces cartilaginosos, cuya espina dorsal está hecha de vértebras cartilaginosas.
Es ist Jedermann bekannt, daß die Fische die vierte und letzte Classe der Wirbelthiere ausmachen. Man hat sie richtig definirt: »Wirbelthiere mit kaltem Blut und doppeltem Umlauf, welche durch Kiemen athmen und im Wasser zu leben bestimmt sind.« Sie bestehen aus zwei Abtheilungen: Fische mit Knochen, d.h. deren Rückgrat aus knochenartigen Wirbeln gebildet ist; und Knorpelfische mit knorpeligen Rückgratswirbeln.
El canadiense conocía tal vez esa distinción, pero Conseil sabía mucho más y, unido ya a él por una fuerte amistad, no podía admitir que fuese menos instruido que él. Así, le dijo:
Conseil, der weit mehr Kenntnisse über den Gegenstand hatte, wollte nun aus Freundschaft nicht dulden, daß Ned darin so wenig Kenntnisse hatte. Er sprach:
-Amigo Ned, es usted un matador de peces, un hábil pescador que ha capturado un gran número de estos interesantes animales. Pero apostaría algo a que no sabe usted clasificarlos.
»Freund Ned, Sie sind ein sehr geschickter Fischer, verstehen diese Thiere zu tödten. Sie haben sie in großer Menge gefangen, aber wie man sie eintheilt, wissen Sie wohl nicht.
-Sí -respondió seriamente el arponero-. Se les clasifica en peces comestibles y en peces no comestibles.
– O ja! erwiderte der Harpunier. Sie werden eingetheilt in Fische, die man ißt, und solche, die man nicht ißt.
-Ésa es una distinción gastronómica. Pero dígame si conoce la diferencia entre los peces óseos y los peces cartilaginosos.
– Solch' eine Eintheilung macht ein Fresser, versetzte Conseil. Aber sagen Sie mir, ob Sie den Unterschied von Knochen- und Knorpel-Fischen wissen?
-Creo que sí, Conseil.
– Vielleicht wohl, Conseil.
-¿Y la subdivisión de esas dos grandes clases?
– Und die Unterabtheilung dieser großen Classe?
-Me temo que no -respondió el canadiense.
– Hab' keinen Begriff davon, erwiderte der Canadier.
-Pues bien, amigo Ned, escúcheme bien y reténgalo. Los peces óseos se subdividen en seis órdenes: los acantopterigios, cuya mandíbula superior es completa y móvil y cuyas branquias tienen la forma de un peine; este orden comprende quince familias, es decir, las tres cuartas partes de los peces conocidos. Su prototipo podría ser la perca.
– Nun, so hören Sie, Freund Ned, und behalten Sie. Die Knochenfische zerfallen in sechs Ordnungen:
Die erste, mit vollständigen beweglichen Oberkiefern, und Kiemen in Gestalt eines Kammes, begreift fünfzehn Familien, welche drei Viertel der bekannten Fische ausmachen, darunter der gemeine Barsch.
-Que está bastante buena -dijo Ned Land.
– Schmeckt ziemlich gut, erwiderte Ned-Land.
-Otro orden es el de los abdominales, que tienen las aletas ventrales suspendidas bajo el abdomen y más atrás de las pectorales, sin estar soldadas a las vértebras dorsales, orden que se divide en cinco familias que comprenden la mayor parte de los peces de agua dulce. Tipos: la carpa y el lucio.
– Die der zweiten Ordnung, Afterflosser genannt, haben ihre Bauchflossen am Unterleib und hinter den Brustflossen, nicht an die Schulterknochen geheftet. Sie bildet fünf Familien, wozu die meisten Süßwasserfische gehören, darunter der Karpfen, der Hecht.
-¡Puaf! -exclamó, despectivamente, el canadiense-. ¡Peces de agua dulce!
– Pfui! sagte der Canadier verächtlich, Süßwasserfische!
-Hay también los subbranquianos, con las ventrales colocadas bajo las pectorales e inmediatamente suspendidas de las vértebras dorsales. Este orden contiene cuatro familias, y sus tipos son las platijas, los gallos, los rodaballos, los lenguados, etcétera.
– Drittens, fuhr Conseil fort, deren Bauchflossen unter den Brustflossen stehen, und unmittelbar an die Schulterknochen geheftet sind. Sie machen vier Familien aus, wozu die Butten, Plattfische, Meerzungen gehören etc.
-¡Excelentes! ¡Excelentes! -exclamó el arponero, que continuaba obstinándose en considerar los peces exclusivamente desde el punto de vista gastronómico.
– Vortrefflich! Vortrefflich! rief der Harpunier aus, der die Fische durchaus nur nach der Eßbarkeit schätzte.
-Hay también -prosiguió Conseil, sin desanimarse -los ápodos, de cuerpo alargado, desprovistos de aletas ventrales y revestidos de una piel espesa y frecuentemente viscosa. Es éste un orden que se reduce a una sol familia. Tipos: la anguila y el gimnoto.
– Viertens, fuhr Conseil fort, ohne sich irre machen zu lassen, die Apoden, mit langem Leib, ohne Bauchflossen, und einer dichten, oft klebrigen Haut. Diese Ordnung bildet nur eine Familie, zu welcher der Aal gehört.
-Mediocre, mediocre -respondió Ned Land.
– Mittelmäßig! versetzte Ned-Land.
-En quinto lugar, los lofobranquios, que tienen las mandíbulas completas y libres y cuyas branquias están formadas por pequeños flecos dispuestos por parejas a lo largo de los arcos branquiales. Este orden no cuenta más que con una familia. Tipos: los hipocampos y los pegasos dragones.
– Die der fünften haben vollständige und freie Kiefern, ihre Kiemen aber bestehen aus kleinen Trotteln, welche paarweise längs den Kiemenbögen stehen. Diese Ordnung ist nur eine Familie, wozu das Seepferd gehört.
-¡Malo! ¡Malo! -replicó el arponero.
– Nicht gut! nicht gut! versetzte der Harpunier.
-Y sexto y último, el de los plectognatos, cuyo hueso maxilar está fijado al lado del intermaxilar que forma la mandíbula, y cuyo arco palatino se engrana por sutura con el cráneo, lo que le hace inmóvil. Este orden carece de verdaderas aletas ventrales; se compone de dos familias y sus tipos son los tetrodones y los peces luna.
– Bei einer sechsten Ordnung endlich ist der Kieferknochen an der Seite festgeheftet und die Gaumenwölbung durch eine Naht mit dem Schädel eingezahnt, so daß sie unbeweglich wird. Diese Ordnung hat keine eigentlichen Bauchflossen und besteht aus zwei Familien, wozu der Mondfisch gehört.
-Que bastarían por sí solos para deshonrar a un caldero -dijo el canadiense.
– Schande für eine Pfanne! rief der Canadier.
-¿Ha comprendido usted, amigo Ned? -preguntó el sabio Conseil.
– Haben Sie begriffen, Freund Ned? fragte der gelehrte Conseil.
-Ni una palabra, amigo Conseil. Pero siga, siga, es muy interesante.
– Nicht das Mindeste, Freund Conseil, war die Antwort. Aber fahren Sie nur immer fort, Sie sind sehr interessant.
-En cuanto a los peces cartilaginosos -prosiguió, imperturbable, Conseil -tienen tan sólo tres órdenes.
– Die Knorpelfische, versetzte Conseil mit unvergleichlicher Ausdauer, enthalten nur drei Ordnungen.
-Tanto mejor -dijo Ned.
– Um so besser, sagte Ned.
-En primer lugar, los ciclóstomos, cuyas mandíbulas están soldadas en un anillo móvil y cuyas branquias se abren por numerosos agujeros. Una sola familia cuyo tipo más representativo es la lamprea.
– Bei dem ersten sind die Kiefern in einem beweglichen Ring verwachsen, und die Kiemen öffnen sich in zahlreichen Löchern; zu dieser gehört nur die Familie der Lampretten.
-Hay a quien le gusta -respondió Ned Land.
– Die sind zu schätzen, erwiderte Ned-Land.
-Segundo, los selacios, con branquias semejantes a las de los ciclóstomos, pero con la mandíbula inferior móvil. Este orden, que es el más importante de la clase, tiene dos familias, con las rayas y los escualos por tipos más representativos.
– Bei der zweiten ist der Unterkiefer beweglich. Die zwei Familien dieser Ordnung sind durch Rochen und Haifisch repräsentirt.
-¿Cómo? ¿Las rayas y los tiburones en el mismo orden? Pues bien, amigo Conseil, por el bien de las rayas le aconsejo que no los ponga juntos en el mismo bocal.
– Wie! rief Ned, Rochen und Hai in derselben Ordnung! Da ist's räthlich, sie nicht in denselben Behälter zu thun!
-Y por último, los esturionianos, cuyas branquias está abiertas por una sola hendidura con un opérculo. Hay cuatro géneros y el esturión es el tipo más representativo.
– Die dritten haben wie gewöhnlich Kiemen, welche durch eine einzige mit einem Deckel versehene Spalte sich öffnen. Ein Muster dieser Ordnung ist der Stör.
-Amigo Conseil, se dejó usted lo mejor para el final, en mi opinión, al menos. ¿Y esto es todo?
– Ah, Freund Conseil, Sie haben das Beste bis zuletzt aufgehoben.
-Sí, mi buen Ned, pero observe usted que saber esto es no saber nada, pues las familias se subdividen en géneros, subgéneros, especies, variedades…
– Ja, wackerer Ned, erwiderte Conseil. Merken Sie aber, hiermit weiß man nichts, denn die Familien theilen sich in Gattungen, Arten, Varietäten.
-Pues mire, Conseil -dijo el arponero, inclinándose sobre el cristal-, mire esas variedades que pasan.
– Aber, Freund Conseil, sagte der Harpunier, da sehen wir ja die Arten und Varietäten vor dem Fenster vorüberziehen!
-En efecto, son peces -exclamó Conseil-. Uno se creer en un acuario.
– Ja! rief Conseil. Man sollte meinen, man wäre in einem Aquarium!
-No respondí-, pues un acuario no es más que una jaula, y esos peces son libres como el pájaro en el aire.
– Nein, erwiderte ich, denn das Aquarium ist ein Gefängniß, und diese Fische da sind frei, wie die Vögel in der Luft.
-Bueno, Conseil, nómbremelos, dígame cómo se llaman, ande -dijo Ned.
– Ei nun, Freund Conseil, nennen Sie sie doch bei Namen! sagte Ned-Land.
-No soy capaz de hacerlo -dijo Conseil-. Eso concierne al señor.
– Ich, erwiderte Conseil, verstehe mich nicht darauf! Das ist eine Sache meines Herrn!«
Efectivamente, el buen muchacho, empedernido clasificador, no era un naturalista. Yo creo que no era capaz de distinguir un atún de un bonito. Lo contrario que el canadiense, que nombraba todos los peces sin vacilar.
Und wirklich, trotz allem Classificiren war er kein Naturkundiger, und wußte wohl nicht einen Thunfisch von einem Bonit zu unterscheiden. Gerade im Gegentheil verstand der Canadier diese Fische alle zu benennen.
-Un baliste -había dicho yo.
Ned und Conseil zusammen hätten einen ausgezeichneten Naturkundigen abgegeben.
-Y es un baliste chino -respondió Ned Land.
»Ein chinesischer Hornfisch!« rief Ned-Land, und irrte nicht.
-Género de los balistes, familia de los esclerodermos, orden de los plectognatos -murmuró Conseil.
Decididamente, entre los dos, Ned y Conseil, hubieran constituido un brillante naturalista.
No se había equivocado el canadiense. Un grupo de balistes, de cuerpo comprimido, de piel granulada, armados de un aguijón en el dorso, evolucionaban en torno al Nautilus, agitando las cuatro hileras de punzantes y erizadas espinas que llevan a ambos lados de la cola. Nada más admirable que la pigmentación de su piel, gris por arriba y blanca por debajo, con manchas doradas que centelleaban entre los oscuros remolinos del agua. Entre ellos, se movían ondulantemente las rayas, como banderas al viento. Con gran alegría por mi parte, vi entre ellas esa raya china, amarillenta por arriba y rosácea por abajo, provista de tres aguijones tras el ojo; una especie rara y de dudosa identificación en la época de Lacepède, quien únicamente pudo verla en un álbum de dibujos japonés.
Ein Trupp Hornfische, mit plattem Körper, und einem Stachel auf dem Rücken, trieben sich munter um den Nautilus herum und bewegten die vier Reihen Stacheln, welche auf beiden Seiten ihres Schwanzes wie Borsten starren. Ihre Haut ist wunderschön, oben grau, unten weiß mit goldenen Flecken, die in den düsteren Wellen glänzten. Zwischen ihnen schwammen Rochen, und unter denselben bemerkte ich sehr erfreut den chinesischen Rochen, oben gelblich, unten am Bauch zart rosa, und hinter dem Auge mit drei Stacheln.
Durante un par de horas, todo un ejército acuático dio escolta al Nautilus. En medio de sus juegos, de sus movimientos en los que rivalizaban en belleza, brillo y velocidad, distinguí el labro verde; el salmonete barbatus, marcado con una doble raya negra; el gobio eleotris, de cola redondeada, de color blanco salpicado de manchas violetas en el dorso; el escombro japonés, admirable caballa de esos mares, con el cuerpo azulado y la cabeza plateada; brillantes azurores cuyo solo nombre dispensa de toda descripción; los esparos rayados, con las aletas matizadas de azul y de amarillo; los esparos ornados de fajas con una banda negra en la cola; los esparos zonéforos, elegantemente encorsetados en sus seis cinturas; los aulostomas, verdaderas bocas de flauta o becadas marinas, algunos de los cuales alcanzaban una longitud de un metro; las salamandras del Japón; las morenas equídneas, largas serpientes con ojos vivos y pequeños y una amplia boca erizada de dientes…
Zwei Stunden lang gab ein ganzes Heer von Wasserthieren dem Nautilus das Geleite. Mitten in ihrem Spiel, ihren Sprüngen, wie sie um die Wette an Schönheit, Glanz und Schnelligkeit sich hervorthaten, zeigten sie sich unseren Blicken in reizender Mannigfaltigkeit. Unsere Bewunderung hielt sich unausgesetzt auf ihrem Höhepunkt. Ned wußte sie zu benennen, Conseil zu classificiren, ich entzückte mich an ihren schönen Formen und lustigen Bewegungen. Diese Thiere lebend, frei in ihrem natürlichen Elemente zu schauen, war ein Genuß, der mir noch nie geworden war. Ich will alle die mannigfaltigen Gattungen nicht aufzählen, die, angelockt wohl vom elektrischen Licht, zahlreicher als die Vögel der Luft um uns her schwammen.
Contemplábamos el espectáculo con una admiración infinita que expresábamos en incontenibles interjecciones. Ned nombraba los peces, Conseil los clasificaba, y yo me extasiaba ante la vivacidad de sus evoluciones y la belleza de sus formas. Nunca hasta entonces me había sido dado poder contemplarlos así, vivos y libres en su elemento natural.
No citaré todas las variedades, toda esa colección de los mares del Japón y de la China, que pasaron así ante nuestros ojos deslumbrados. Más numerosos que los pájaros en el aire, todos esos peces pasaban ante nosotros atraídos sin duda por el brillante foco de luz eléctrica.
Súbitamente, desapareció la encantadora visión al cerrarse los paneles de acero e iluminarse el salón. Pero durante largo tiempo permanecí aún arrobado en esa visión, hasta que mi mirada se fijó en los instrumentos suspendidos de las paredes. La brújula mostraba la dirección Norte Nordeste, el manómetro indicaba una presión de cinco atmósferas correspondiente a una profundidad de cincuenta metros y la corredera eléctrica daba una velocidad de quince millas por hora.
Plötzlich ward's wieder hell im Salon. Die eisernen Tafeln schoben sich wieder vor. Das bezaubernde Schauspiel hörte auf. Aber ich war noch lange wie im Traum, bis meine Blicke auf die an den Wänden hängenden Instrumente fielen. Die Magnetnadel wies stets nach Nord-Nord-Ost, der Manometer zeigte einen Druck von fünf Atmosphären, was eine Tiefe von fünfzig Meter bedeutete, und das elektrische Log gab eine Schnelligkeit von fünfzehn Meilen die Stunde an.
Yo esperaba que apareciera el capitán Nemo, pero no lo hizo. Eran las cinco en el reloj.
Ich erwartete den Kapitän Nemo, aber er erschien nicht. Es war fünf Uhr.
Ned Land y Conseil regresaron a su camarote y yo hice lo propio. Hallé servida la comida, compuesta de una sopa de tortuga, de un múlido de carne blanca, cuyo hígado, preparado aparte, estaba delicioso, y filetes de emperador cuyo gusto me pareció superior al del salmón.
Ned-Land und Conseil begaben sich wieder in ihre Cabine, ich in mein Zimmer, wo ich mein Mahl aufgetragen fand. Es bestand aus einer Suppe von Caretschildkröte, Meerbarbe von weißem Fleisch, deren Leber besonders in köstlicher Zubereitung, und Stückchen Kaiser-Holocante, die mir schmackhafter als Salmen vorkamen.
Pasé la velada leyendo, escribiendo y pensando. Luego, ganado por el sueño, me acosté y me dormí profundamente, mientras el Nautilus se deslizaba a través de la rápida corriente del río Negro.
Den Abend brachte ich mit Lesen, Schreiben und in Gedanken hin. Als der Schlaf mir kam, streckte ich mich auf mein Seegraslager, und schlummerte tief, während der Nautilus quer durch die reißende Strömung des Schwarzen Flusses fuhr.